lunes, 19 de abril de 2010

Stupid.Love.Letter


Tal vez

Todas las noches yo aun guardo un único deseo, en esos momentos en los que no estás, en los que tú te vas.
No dejo de pensar y desear en volver al último momento en el que te besé. Y tú “adiós” el algo muy difícil de aceptar.
Y yo siento que no puedo vivir si tú no estás en mi vida.
Tal vez digas que aun sigues buscándome.
Tal vez digamos que ya no sabemos qué es lo que viene.
Tal vez diremos que esto está perdido.
Yo ya no quiero dejarte ir.
Si yo siempre camino a tu alrededor, es porque trato de entenderte.
En algún momento tal vez nos equivocamos y no lo puedo fingir.
Y sé que no fui yo, tampoco tú.
Pero estoy seguro que nos dimos vencidos muy pronto.
Tal vez los demás digan que nada florecerá.
Tal vez vengan cosas más difíciles.
Tal vez aun tengamos mucho por caminar.
Pero me encantaría que estés conmigo.
Ven, vamos quédate.
No me importaría perder todo lo demás si algún día te pierdo a ti.
Y si algún día me equivoco, y corra tras de ti o vuelva por ti, no me digas que es muy tarde y ya todo está perdido.
Tal vez las dulces melodías vengan después.
Tal vez tengamos que esperar un poco más.
Tal vez…
Vida mía, no puedo dejarte ir, no, no puedo…

martes, 13 de abril de 2010

Gripe.Mortal U_U


Que aburrición, estoy hablando incoherencias por el Messenger (algo no tan fuera de lo común) pero esta vez con más intensidad.
Estoy ardiendo en fiebre (en nostalgia y sintiendo un vacio en el pecho)
Soy bastante extraño (como podrán afirmar muchas de las personas que me conocen de ya mucho tiempo o por lo menos las que han tenido la oportunidad de presenciar mis “incomunes” [esa palabra la aprendí de mi amiga Milagros xD] actitudes) y por lo tanto creo en esas cosas que a veces la gente suele decir (bueno solo si lo logro comprobar siquiera una vez), hace meses una chica a la que yo quiero mucho x] (ya ni pregunten, obvio que mi ex) me contó que una de las licenciadas de la universidad le había dicho que la gripe a veces se producía porque uno tenía una pena guardada en el corazón (la maldita gripe que me está matando ahora) acepto que cuando me lo conto, no me lo creí, es mas reí xD…
Luego de un tiempo estuve muy triste (la verdad me había dejado de hablar con aquella chica) y misteriosamente enferme de gripe =O, fue raro, luego de eso me paso unas dos veces más. Cuando me ponía muy triste, yo ya sabía que enfermaría, así no haya estado mojado por mucho tiempo, ni tomado cosas heladas de madrugada, ni incluso de haber dormido en bóxer en la azotea xD, así fue como empecé a creer en eso, luego empecé a creer que tal vez me ocurría eso porque simplemente había hecho creer al inútil pedazo de materia sobre mi cuello, que así debía ser cuando estuviera triste (me refiero a una sugestión psicológica).
Y ahora otra vez estoy así, enfermo a morir, con una pena guardada en el corazón, lo contare sí, con la esperanza, la dulce esperanza de que deje de ser eso mismo “una pena guardada” y a ver si así se me alivia la fiebre (de corazón). Hoy la extraño, ya pasaron casi dos semanas desde la última vez que la vi, que la tuve en mis brazos y la ame con cierta elocuencia, inseguridad y pasión que me suele caracterizar, la extraño más de lo debido, más de lo acordado con el orgullo, la extraño de una manera inexplicable que hace que me suba la temperatura a mil, y hoy deja de ser una pena guardada (tu que ni sabes que declaro esto a todos los que logran leer, espero [y tampoco lo espero] que algún día lo llegues a leer y que de una vez por todas entiendas la enfermedad/cura que produces en mi) y como suele la gente decir, algo que también creo y no sé porque ya que es algo que nunca comprobé, cuando alguien se aleja de ti, si vuelve es porque es para ti…(hasta hoy tu no vuelves ni muestras la intención y aun no se me alivia el corazón).
                                                                                                      [10/02/10]

viernes, 2 de abril de 2010

Mi Habitacion Es Un Burdel Barato [ Capitulo FINAL ]


-          Pero ¿Qué mierda…?-dijo Gabriel desfundando su arma
-          Putamadre, te dije que aquí había algo extraño
-          Cállate y vamos a revisar-dijo avanzando en silencio
Los dos se sumergieron dentro de la oscuridad de la casa con dirección hacia el sótano, mientras que sus pasos trataban de hacer el menor silencio la tensión aumentaba y los respiros se hacían más rápidos y sonoros, entraron por una puerta un poco descuidad al bajar las escaleras había luces tenues encendidas, en el momento que terminaban de bajar las escaleras se escuchó otro disparo aun más cerca, ellos se cubrieron del sonido y se miraron preparados para actuar cada uno con su arma en las manos.
Paso a paso, llegaron hasta un pequeño ambiente donde encontraron algo que los sorprendió mucho.
-          Mierda
-          Putamadre, cúbrete puede que este escondido-dijo Gabriel revisando con la vista todo el lugar
-          Esta mujer y este hombre son los dos que entraron aquí
-          El único hecho es que ahora están muertos-dijo Gabriel sardónicamente cubriéndose en un estante
-          Pero ¿Quién? Yo estuve vigilando mucho tiempo nadie más entro
-          Debemos capturarla ya, por lo menos sabemos que está aquí
-          Pero nos tiene en sus manos, podría estar en cualquier lado-dijo lagarto cogiendo su arma con más fuerza i algo de nerviosismo
-          Ese es un problema aun más grave, ahora cúbrete
-          ¿No vas a llamar a la policía?
-          Ni que estuviera loco, esta recompensa será mía en unas horas-dijo mirando a lagarto-bueno, está bien será nuestra
-          Vamos con cuidado-dijo lagarto dando unos pasos al lado
Gabriel se enjugo los ojos y respiro hondo, mientras trataba inútilmente de cubrir al lagarto de todos lados, se detuvo, recostándose en una pared y cerró los ojos, tratando de tranquilizarse, apretó los dientes y soltó un suspiro al tiempo que un sonido estridente rompía el silencio del lugar, al momento se cubrió y abrió los ojos mientras que el cuerpo sin vida del lagarto caía hacia un lado.
Mierda, mierda, mierda ¡¡Mierda!! ¡Esto no puede estar pasando!
Trato de acercarse al lagarto pero sabía que si lo hacía tal vez el también moriría, avanzo recostado contra la pared mientras que sentía que las luces se oscurecían mas, el miedo le estaba ganado y sentía el pavor apoderarse de su cuerpo, mientras que poco a poco se inmovilizaba.
No podía creer que en tan poco tiempo el lagarto ya esté muerto y el muerto pero de miedo, avanzo un poco mas sintiendo la oscuridad a sus espaldas, en ese instante una sombra se le acerco por detrás y logro golpearlo antes de que el reaccionara, siendo desarmado Gabriel, pudo reconocer la imagen.
-          Tu, no puede ser
-          Desde un inicio estabas equivocado, desde la primera vez que te vi, supe que serias una amenaza, aunque realmente fue como un juego para mi, el poder manipularte y tenerte jugando a mi antojo-dijo mientras lo cogía del cuello contra la pared
-          Pero ¿Cómo? No entiendo, se supone que eras una mujer
-          Ahh, la gente es tan fácil de manipular, antes de matar a la anterior puta, le dije que si hacia esa llamada y decía lo que debía la dejaría en libertad
-          Entonces me engañaste
-          Tontamente lo hizo, yo gane tiempo y me divertía jugando contigo, al final también la mate y fue algo extraordinario.
-          Estas demente
-          Tal vez si Felipe, pero ya basta de rodeos es hora de acabar también contigo, pobre lagarto nunca debiste meterlo en esto, no me quedo de otra
-          Dime ¿Por qué lo haces? Los policías, gente de poder, ahora putas…
-          A veces ni yo lo sé Felipe, creo que son esas ansias de sentir poder, a los policías tal vez porque les guardo ese rencor de haberme acusado muchas veces antes de empezar con este juego, me arruinaron la vida que pude haber logrado, aunque solo fui contra uno pero fue ahí cuando me di cuenta que era la forma más satisfactoria de arreglar cuentas
-          ¿Mataste solo por placer?-pregunto Gabriel intentando buscar una salida y tratando de idear un plan, ganando tiempo con la conversación aunque parecía que el ya estaba comenzando a cansarse
-          Bueno no, bueno se podría decir que si
-          Eres un animal
-          Dejemos eso de lado Felipe-dijo soltándolo y lanzándolo al piso mientras que le apuntaba con su arma
Felipe no podía lograr entender como había sido engañado, cuando tuvo siempre al asesino en sus narices, lo único que él podía hacer era rogar a quien sabe quién o qué, que pudiera lograr su cometido, mientras que él le apuntaba el trataba de acercarse al cuerpo de lagarto y poder coger su arma
-          Hey, no te muevas mas-dijo amenazante
-          Está bien-respondió sin hacer caso y siguió sigilosamente en su propósito
En ese instante el asesino le disparo, el disparo le dio al lado derecho del abdomen, mientras Felipe gemía de dolor el reía.
-          Te dije que no lo intentaras mas, pero no me hiciste caso-dijo dándole otro disparo en la pierna
En ese momento Felipe se retorcía de dolor y miro con tanto odio, tanto odio de no poder entender nada, tanto odio de sentirse impotente y ser reducido de una manera tan estúpida.
En ese momento se escucharon tres disparos seguidos y el cuerpo del asesino callo con un gesto de placer y dolor. El no podía contener el dolor ni la sorpresa mientras que una cara conocida se acercaba con una sonrisa en la cara.
-          ¡Wow! Estoy impresionado, no puedo creer que las cosas puedan ocurrir tan rápidas, un momento estas aquí y al otro ¡Bang! Ya estás muerto-dijo riendo
-          ¿Qué hace usted aquí?
-          Pues ¿no lo ves? Ocupándome de mi asesino, ahh siempre imagine que era el aunque tuve que sufrir bastante para obtener las pruebas suficientes-dijo revisando el cuerpo
-          Asi que siempre lo supo, ¿Por qué entonces me contrato?
-          Gabrielito, siempre hay que buscar la manera de encubrirse, actuar por detrás de los demás y cuando todos estén tan ocupados o confundidos, es el momento de actuar ¿Acaso no te lo enseñaron?-dijo revisando los otros cuerpos
-          Bueno eos no importa, mataste a tu víctima, yo cumplí con mi trabajo es hora de recibir mi recompensa y largarnos de aquí.
-          ¡Hey Hey! ¿Por qué tanta prisa?-dijo apuntándolo con su arma
-          ¿Qué mierda haces? Ya te di lo que querías, ahora deja en paz y dame mi dinero
-          De la misma calaña, eres igual de egoísta y obstinado que Sebástian Dyzerg…
-          ¿Tu como sabes de el? ¿También trabajaba contigo?
-          Lo conocí personalmente hace unos días, una gran persona solo había oído hablar mucho sobre su trabajo y como tal periodista reconocido, no podía dejar de lado su trabajo y le pedí ayuda, para mala suerte que no acepto mis condiciones, tal vez ahora estaría con nosotros
-          ¿Qué? ¿A qué te refieres?-dijo sintiendo otra punzada en el abdomen, aun absorto y soportando el dolor que iba y venía, mientras que apretaba fuertemente la herida para aminorar el flujo de sangre.
-          Las pistas, sus deducciones, la bota, el barro, el cigarrillo, el cuchillo, la sangre, las panteras, todo todo coordinaba tan bien y gracias a ti, por lo del cigarrillo supe que el mas sospechoso era el cantinero, te mentí cuando dije que el cigarrillo era de la puta…
-          Maldito bastardo…
-          Todo concordaba tan bien a fin de cuentas Dyzerg ya sabía quién era el asesino y claro ya tenía su historia e iba a cobrar su venganza
Felipe estaba totalmente atónito
-          ¿No me digas que no lo sabías? Uno de los policías asesinados el mayor Samuel Bernaola era el padre adoptivo de Dyzerg, al final no quiso dar mucha información y quiso quedarse con todo el crédito de la historia pero para que hacerlo si se había portado tan mal conmigo y si puedo vender la historia a otro periodista a mejor precio…
-          Mierda, ¡dime donde esta!
-          Ya no está, lo tuve que matar-dijo con una leve sonrisa sardónica limpiando su arma-lo mismo que pasara contigo
-          Jodete
-          Claro para que dejarte vivir, si estas a punto de morir, ya no tendré que pagarte y todo el crédito de la captura será mía, sabes ya me veo cuando me ascienden a General y me largo de este maldito barrio de mierda, lograre negociar con la matrona del burdel y sabes que mas, el alcalde si ofrecía una recompensa a la que gustosamente yo acepte, a veces no puedo creer cuan ingenioso puedo llegar a ser
-          Putamadre-dijo Gabriel mientras se mordía los labios del dolor y sentía mareos, tal vez ya había perdido mucha sangre.
Miraba con ojos de odio a Montoya, miraba con pena el cuerpo del lagarto y con mucho rencor al cantinero que yacía muerto hacia un costado, ahora estaba perdido, ya nada valía la pena había sido engañado vilmente en su búsqueda de dinero, había perdido contra el ingenio de otros, había sido utilizado como una ficha de ajedrez sintiendo ser el que mandaba sobre el juego, había sido manipulado tan fácilmente que sentía coraje dentro de el, se preguntaba si acabaría su vida ahí, si este era el final de todo o si simplemente era una pesadilla, no recordaba muy bien como, ni cuando comenzó todo, hace unas semanas aun podía disfrutar de su libertad y sin peligro, ahora estaba muriendo lentamente bajo la mirada de un despiadado coronel de la policía que solo buscaba beneficio propio, pero ¿Qué acaso todos no lo habían hecho por esa misma razón? Solo que al final gano el mejor, Dyzerg quería dinero, fama, Lagarto querían venganza, la morena deseaba su negocio en paz y Gabriel solo deseaba el dinero y nada más, no pudo haber castigo más exacto para su egoísmo que la misma muerte, tal vez y algún día el coronel recibiría su merecido pero en esos instantes el ya no podía creer ni siquiera en el karma, en una sociedad llena de mentiras y maldad, aun sostenía la miraba sobre Montoya cuando el pronunciaba las ultima palabras de un adiós que le sonó a un “Jodete”, mientras el sonido hacia resquebrajar la oscuridad y el silencio, sentía su cuerpo más liviano y la cabeza vacía, mientras que su cuerpo se dejaba caer en un charco de sangre, aun sentía que su cuerpo vivía aunque ya no respiraba, aun tenía su miraba clavada sobre el coronel que sigilosamente se alejaba del lugar, aunque quiso pronunciar palabra alguna no pudo…

FIN