jueves, 4 de febrero de 2010

Mi Habitacion Es Un Burdel Barato [ Capitulo I ]


Tengo miedo, lo acepto.
No entiendo que hago esperando sentado a que me den la orden de empezar a actuar sobre este caso, si tengo miedo…
-          Bueno señor “Gabriel”, le deseo suerte sepa que cuenta con todo el apoyo necesario y la seguridad del caso.
-          Si, Gracias Coronel Montoya (¿seguridad del caso? Bolillo de mierda, cara de marica, ni ustedes pueden cuidarse solos)
-          Firme aquí, y aquí…
-          ¿Algo más? – dijo con el bolígrafo al aire
-          Eso es todo, en este sobre tiene la información necesaria, acabamos de cerrar el trato en cuanto logre concluir el caso la recompensa será suya.
-          Me parece un poco exagerado.
-          ¿A qué se refiere?
-          Digamos que me podrían dar un adelanto para gastos, no puedo trabajar así.
-          Quedamos en algo señor Gabriel.
-          Solo estoy pidiendo una pequeña cantidad.
-          Está bien, será solo porque lo necesitamos-dijo en tono agrio y gesto desagradable cuando entrego el dinero.
Mi nombre no es “Gabriel”, debo caminar cautelosamente por la calle, me gusta tener a mano mi Beretta M9 debajo del saco (capaz de matar pero mayormente para desarmar a cualquiera), me arrepiento de haber aceptado el caso de los asesinatos recientes, aunque digamos que la recompensa de 20 millones de pesos no está nada mal y aparte de esos lo beneficios que me pueda traer, no importa ya, necesito ese dinero y lo conseguiré.
Tengo que alejarme apresuradamente del lugar, mantenerme cerca o que alguien me vea salir de la intendencia policial de la zona podría ser peligroso, inclusive sospechoso para todos. No voy a tener muchos problemas, lo presiento, pero no debí volver a mi tonta locura de ser un detective-informante. ¿Es que acaso no veo la realidad? Analicemos, me encuentro en una zona peligrosa de Medellín, acabo de firmar un trato que me compromete a atrapar a el responsable de los asesinatos producidos hace unos meses, si no lo consigo no hay dinero, si muero en el intento solo una reparación social hacia mi mujer y ahí acabó la historia, tal vez nunca debí mudarme a Medellín con mi mujer. Claro, como esos bolillos de mierda no pueden hacer el trabajo, uno en la situación en que va esta ciudad, se siente tentado por la recompensa, puedo morir en el intento, puedo morir teniendo a ese descerebrado psicópata frente a mi apuntándome con un arma, puedo meterme en algún lio callejero, de narcotraficantes o solo Dios sabe, y morir sin intención, este es el acto más estúpido, incoherente que he hecho o un deseo psicópata suicida con aires de grandeza. Solo debo pensar en el dinero, solo eso y nada más me preocupará, además la cantidad que me dieron es algo digna que me alienta a seguir con esta locura.
Es verdad, no voy a dejar de maldecir a todo el mundo, a la sociedad podrida de este lugar, soy avaro, lo sé, nadie acepta un cargo como ese por esa cantidad de dinero, que no es más de diez mil dólares, acepto, me reiré de mi propia insensatez. Y no es por justicia es  por el dinero, debí haberme quedado en mi trabajo de mecánico.
Caminaba lento, pensando, vacilando en su decisión, llego a su casa, que no era más que un pequeño cuarto, en una quinta bastante desolada por el crimen y totalmente des fachada por el descuido de las habitantes, su mujer no estaba en casa y el pudo sentarse tranquilamente a hojear el sobre que le entregaron.
Bueno, bueno haber que hay aquí, tengo la suerte de que mi mujer no esté aquí, que si ella se entera de que acepte esta locura, me mata mucho antes que logre deducir quien es el asesino.
Abrió el sobre de un tirón y saco varias hojas, algunas eran recortes de periódicos.
Parece que es un caso bastante sonado, muerte de cinco policías, seguido por la muerte de tres autoridades,  el secretario de gobierno, el fiscal y el hijo del alcalde Salazar, no consideremos a la ultima como autoridad pero según las sospechas el atentado fue contra el alcalde en el cual murió su hijo, total fue la intención, son ocho personas lo cual lo convierte en un asesino en serie, la ultima hoja, aun en investigación, con el periódico del día anterior.
El lanzo tremenda carcajada al leer en el periódico “Muerte de la bizcocho”.
No puedo creer que haya asesinado a una ramera, este sí que es un enfermo, la bizcocho, la ramera más conocida de la cuidad, la más deseada, la más pagada, suponiendo que asesina por afinidad, tal vez mate algunas dos o tres rameras mas.
No tenía trabajo en ese momento, no estaba su mujer en casa, ya casi se hacía de noche y había un asesino que parar, bueno una recompensa que ganar…
Se dirigió al lugar donde podría conseguir más información, al mismo lugar de los hechos un gran burdel llamado “Encanto”, hasta él había pisado alguna vez ese lugar cuando era joven, tal vez y algunos de sus contactos aun seguían vigentes, antiguo frecuentador del “Encanto”, antiguo informante conocido por siempre ser certero y negociar con delincuentes, conocido también como “Gabriel” en ese entonces. El suponía que sus dotes pasados y sus conocimientos serian de mucha ayuda por eso fue que le fue más fácil aceptar el caso. Si era atrapar a un asesino y él había sido casi un delincuente, no había más remedio que pensar como antes.
Llego al “Encanto”, se dio cuenta que ese lugar ya no era el de antes, muchas cosas habían cambiado, como la recepción que no tena la rockola de antes, ni tampoco aquella vitrina llamativa donde antes se exhibían posters de mujeres en poses realmente llamativas, hasta la madame que ahora lo atendía había cambiado, había oído hablar de ella, si, la llamaban  la morena, era una mujer cuarentona, robusta, morena, con los cabellos rizados que parecían enredarse entre ellos, maquillaje por doquier y exagerado, labios gruesos y nada deseables, un desagrado total.
-          Hombre, ¿Qué es lo que quieres? – dijo en tono agrio
-          No busco servicio
-          Mas te vale, estamos de duelo, cariño -dijo sardónicamente- y nadie te va a atender
-          Estoy buscando información acerca de la bizcocho
-          Con que eres bolillo, Macaco ¡ven aquí!-grito- Te tienes que ir, no te necesitamos aquí, los bolillos no significan nada en estos lugares.
-          No soy bolillo, estoy buscando información porque…
Ese negro que acaba de entrar me puede hacer mierda la cara, tengo que inventar alguna excusa para poder obtener información.
-          Bueno…
-          Si no tienes nada más que decir, maldito bolillo, sácalo de mi vista Macaco
El negro corpulento se acerco tomo de cuello a Gabriel,  el no opuso resistencia y se dejo llevar a la calle y el negro le sugirió en tono bravo que no volviera por esos lugares.
Tengo que encontrar alguna manera de entrar, poder revisar el lugar e incluso tratar de hablar con alguien que haya conocido mucho a la bizcocho y quien más que la morena.
Decidió esperar a que anocheciera, sus surtidos conocimientos tipo delincuenciales y su talento que él creía que era natural de un detective, le hicieron trazar un plan. Se escondió tras los enormes tachos mal acomodados de basura, y espero que la noche cubriera todo el lugar, la paciencia era algo apremiante, por ese lugar pasaron infinidad de borrachos y hombres buscando placer en el “Encanto” pero todos obtuvieron la misma respuesta que él. Aquel negro corpulento los echaba a todos por igual. Tanta fue la negación a los asediados asistentes que a la 1 a.m. ya nadie pasaba por el lugar y era tiempo de actuar.
Pistola en su lugar, cabeza fría, flexible y ágil, parece que ya estoy listo, la pared no es lisa así que podre escalar hasta la ventana que esta entreabierta, parece que la morena odia que el calor nocturno la sofoque, en esta zona ni yo estaría tan loco de dejar una ventana abierta.
Tomo velocidad corrió hacia la pared y de un salto logro alcanzar la ventana, se incorporo sobre ella y logro entrar sin hacer el mínimo ruido hacia dentro.
Siguiendo con mi trabajo es hora de dirigirme hacia la sala de visitas.
Con paso lento y firme se dirigió hacia la sala de visitas sin levantar ruido, al entrar vio que la iluminación de la calle no alcanzaba a iluminar esa parte, saco su encendedor y trato de iluminar el lugar, vio sangre, mucha sangre sobre el suelo según el periódico el asesino había cortado la yugular de la bizcocho y eso explicaba el terrible charco de sangre, dio muchas vueltas al perímetro del charco, reviso los alrededores pero con esa oscuridad no lograría descubrir nada, escucho un ruido detrás y volteó rápidamente, con un brazo golpeó una lámpara la cual detiene en el aire, sonríe y la deja caer.
 En ese instante, se oyen pasos agigantados que se acercan, entra aquel negro que parece la sombra de un gorila, el no se mueve, ni se inmuta y deja que lo coja por la espalda, Gabriel finge sorpresa y recibe un gran golpe en el estomago, el cual lo deja sin aire, recibió otro en la cara y el pido que se detuviera, el negro lo revisa rápidamente y le quita su arma, en todo ese ajetreo la morena salió a ver qué ocurría.
-          Golpéalo, pero no lo mates – le dijo.
Maldita negra estúpida, es hora de poner a andar mi plan.
-          Por favor detente – dijo con voz baja – solo necesito que me escuchen.
-          No negociamos con bolillos, ni ladrones – dijo la morena mientras el negro lo sostenía con una sola mano.
-          No soy ni ladrón ni policía, soy un detective privado, me contrato el alcalde para averiguar quién mató a su hijo, solo necesito un poco de información, estoy en la peor posición y lo único que me queda es confesarles la verdad, además puedo hacer algo que les conviene.
-          - ¿A qué te refieres? No te estoy creyendo nada.
-          A cambio de información, puedo asegurarte la seguridad de tus chicas.
-          A ninguna de mis chicas le va a pasar nada.
-          No seas tonta mujer, ese maldito, asesina por placer y cuando escoge una víctima luego siguen sujetos afines, primero cinco policías, luego tres autoridades ahora una puta y seguirán más, solo piénsalo.
-          Eso no sucederá
-          ¿Por qué tan segura morena? ¿acaso escondes algo?
-          No, pero ni en tus sueños detective de pacotilla, no te daré nada de información - dijo dudando.
-          Pensémoslo mas fríamente morena, pierdes mas putas y pierdes tu negocio, tienes ocho chicas a tu disposición y yo propongo que mueren cinco – ríe – te quedas sin n-a-d-a. Yo te ofrezco parar al asesino si me ayudas, aparte no es por nada pero yo también saldré ganando con el pago del alcalde y tu no tendrás de que preocuparte, creo que de todas maneras los dos ganamos.
Acepta maldita morena, acepta. Y que tu negro amigo me quite las manos de encima que me estoy cansando.
La morena bacilo un momento, dudó e intercambio miradas con el moreno que sostenía a Gabriel, hasta que le hizo señas para que lo soltara.
-          Está bien, acepto. Te daremos lo que necesitas.
-          Buena decisión mujer, muy buena decisión.
-          Primero dime cómo te llamas.
-          Lo siento morena eso no te lo puedo decir, pero puedes llamarme Gabriel.
-          Sin juegos detective, sin juegos que puedes salir perdiendo- dijo amenazante.
-          Está bien, primero devuélveme mi arma “Monito”-dijo mirando a su atacante- necesito que me des información sobre qué fue lo último que viste acerca de  la bizcocho,  con quien, o que hacía, luego necesito que enciendan las luces de la sala de visitas.
-          Alto, ve lento detective, primero dime ¿por qué tanta prisa y tanta devoción en tu trabajo?
-          Bueno, digamos que el alcalde quiere venganza a como dé lugar y por eso me contrato a mí y me dio un plazo de dos semanas, aparte que la paga no está nada mal y los beneficios que me ofrece.
-          No serás la persona que los bolillos querían contratar por 20 millones de pesos ¿no?
-          Mujer no seas bromista, no estoy tan loco para arriesgar mi vida por esa cantidad-dijo mientras se limpiaba la cara de sangre y se sentía el más estúpido del mundo.
-          Así que el alcalde contrato un vengador, interesante-dijo mientras ordenaba al negro que encendiera las luces.
-          Así es, dime ¿cómo es que sabes acerca de lo de la contrata de los bolillos?
-          Hasta la información más secreta se filtra en el “Gato Negro”
-          Debí imaginar, en ese bar no se escapa nada.
-          Bueno, empecemos-dijo mientras recorría toda la sala de visitas y la morena estaba recostada contra el muro- ¿Qué es lo último que recuerdas de la bizcocho?
-          Esa noche ella se quedo a descansar en la sala de visitas porque tenía problemas en la casa de su hermano.
-          Y ¿que tiene q ver su hermano?
-          Es ahí donde vive ella, también recuerdo que ella fue la que me conto sobre lo de la contrata que querían hacer los bolillos.
-          Entiendo, dime morena ¿ese día vino algún fumador?-mientras se inclinaba hacia el suelo
-          No, nadie fumaba aquel día, aun no puedo entender cómo fue que sucedió el hecho si ella se quedo a dormir aquí y nadie más pudo haber entrado ni tampoco nadie se quedo cuando cerramos, Macaco reviso todos los rincones, yo estaba a dos habitaciones de aquí cuando todo sucedió.
-          Fácil mi querida morena, ya tenemos nuestra primera pista hacia el asesino.
-          Pero ¿Qué dices?- dijo ella con la mirada atónita
-          Morena calurosa, el asesino entro por la ventana de la entrada, la que siempre dejas entreabierta, por si no te diste cuenta yo entre por el mismo lugar sin hacer ruido, y si no hubiera sido por esa lámpara jamás me hubieran descubierto, ¿verdad gorilón?- el moreno lo vio con cara amenazante y le hizo un gesto de querer golpearlo.
-          Tranquilo Macaco- dijo ella
-          Y segundo, tu bizcochito querido, estuvo en el bar ese día, no por nada se entero de lo de la contrata de los bolillos y como dijiste nadie fumaba y he aquí una colilla de cigarro que por casualidades de la vida esta marca solo se vende en el “Gato Negro”, pero la pregunta es ¿Por qué la asesino? ¿la colilla del cigarro es del asesino? o ¿la había fumado antes la bizcocho? y aún más importante ¿quién que frecuente el bar tendrá información importante para mí? Parece que mañana tendré un día ocupado por el bar, tal vez podrías darme algo de dinero para algunas copas, la información no se consigue gratis-dijo con una sonrisa en la cara.
La morena quedo sorprendida y le dejo pasar la noche en el lugar pero muy bien custodiado por el corpulento guardaespaldas, el ambiente era seco y tenía un olor desagradable a sangre y muerte. Y él veía venir su dinero cada vez más cerca, estaba fastidiado por los golpes del negro que aun le dolían y preocupado al pensar que pasaría cuando su mujer se diera cuenta que él no había pasado la noche en casa…
    Anotacion: 
                 - Bolillo: Jerga colombiana para decir "Policia"

4 comentarios:

  1. =O*! (zim palabraz)
    Tebam.Tebitam.Tebam(8)
    [Mi.habitaciOm.ez.Um.bUrdl.baratO]
    (Y)(y)(Y)(y)[...]*!
    Mui Uena la mini.nOvela!
    lO maximO[...]
    Tienez Um gram fUtUrO tebam
    (t lO digO emzeriiiO)

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  2. muy chevere brother tu si sabes

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